“No temas, porque yo estoy contigo; no desmayes, porque yo soy tu Dios que te esfuerzo; siempre te ayudaré, siempre te sustentaré con la diestra de mi justicia.”
Isaías 41:10

El poder de la oracion en nuestras vidas

Nosotros los seres humanos enfrentamos diversos problemas y situaciones en nuestras vidas, que nos deprimen, que nos hacen perder las fuerzas, y hasta nos hacen perder la fe. Y este punto es bien importante, llegamos a perder la fe, de que Dios puede interceder en nuestros problemas y en nuestras angustias. Y una muestra bien importante de que Dios conoce nuestras necesidades está en las promesas, donde el se compromete estar con nosotros en todo momento y no solo en los momentos buenos y felices solamente, todo lo contrario, en medio de los problemas y las dificultades es cuando más cerca está Dios y una promesa bien importante de señalar es:

“Cercano está Yahveh a todos los que le invocan, a todos los que le invocan de veras. Cumplirá el deseo de los que le temen; oirá asimismo el clamor de ellos, y los salvará”. Salmo 15:29

Que promesa más hermosa mi querido hermano no solo nos promete estar con nosotros en cada momento, en cada circunstancia; sino que también cumple las peticiones de quienes le invocan de corazón y con plena fe de que Dios puede hacer de esa petición una realidad.

"Porque como desciende de los cielos la lluvia y la nieve, y no vuelve allá, sino que riega la tierra y la hace germinar y producir, y da semilla al que siembra, y pan al que come, Así será mi palabra que sale de mi boca;no volverá a mi vacía, sino que hará lo que yo quiero y será prosperada en aquello para que la envié." Isaías 55:10,11

Esto significa que sus promesas y sus palabras no fueron dichas para que no se cumplieran, todo lo que contrario en ésta promesa Dios nos dice que las palabras que salen de su boca no pueden regresar a EL sin antes haberlas hecho germinar en tu vida, en tus problemas, en tu familia, en tu relación de pareja. Dios quiere que tú y yo confiemos que el está más cerca de nosotros de lo que imaginamos. Muchas veces nos hundimos en nuestros sufrimientos sin encontrar una esperanza, ni salida a tus problemas; pero hoy vengo hablarte de un Dios que nos promete estar cerca de nosotros en momentos de angustia, de escuchar nuestras peticiones y concedernos la gracia de que se hagan realidad, según nuestra fe, pero sobre todo con el poder de la oración. La oración es la herramienta más valiosa que Jesús nos deja para comunicarnos con Dios y expresarle nuestros sentimientos y preocupaciones y como dice en la palabra de Dios en Jeremías 33:3 "Clama a mi, y yo te responderé y te enseñaré cosas grandes y ocultas que no conoces".

Todo lo que le pidamos a Dios mediante la oración El lo va escuchar y va a realizar su obra más grande de lo que imaginamos, solo debemos creer firmemente en que Dios nos ama y quiere vernos felices y fortalecidos. Por eso la oración nos ayuda a estar más cerca de Dios y a entender sus planes en nuestras vidas. Jesús antes de ser entregado oró al Padre en el Huerto de Getsemani, reconociendo que por medio de la oración el Padre iba a brindarle fortaleza y aliviar su ansiedad. Vamos a seguir el ejemplo que Jesús nos deja y a confiar en el poder de la oración.

Me invocará y yo le responderé; con el estaré yo en la angustia; lo libraré y le glorificaré". Salmo 91:15"

Hermanos ya queda expresado la fidelidad de Dios en nuestras vidas, por lo tanto vamos a confiar en que El puede hacer obras grandes en nuestras vidas, vamos a permitirle a Dios ser Dios. Y que por medio de la oración nos siga bendiciendo a nosotros, a nuestras familias y al mundo entero. Amén.

Oración:

Señor, tu me formaste y me creaste a tu imagen y a tu semejanza, permite Padre que yo pueda reconocer tu presencia en mi vida y que por medio de la oración tu aumentes cada día mi fe y me fortalezcas con tu Espíritu Santo. Bendice mis pasos y nunca te alejes de mi vida. Señor Jesús perdóname por mis faltas, renuévame y conviérteme hoy en una persona renovada y fortalecida en la fe. Amén.

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“Si anduviere yo en medio de la angustia, tu me vivificarás; contra la ira de mis enemigos extenderás tu mano, y me salvará tu diestra.” Salmo 138:7